jueves, 28 de febrero de 2013

La reinvención en forma de periodista


Luis Miguel Artabe
Si hay algo que muchos nos planteamos respecto al Periodismo, es el futuro de la profesión en cuanto a la percepción que todos conocemos. El periodismo convencional, el de toda la vida está en peligro de extinción, ¿por qué? Todo parece indicar que le está tomando el relevo un nuevo concepto: la reinvención de la profesión, que hoy en día está en manos de la red y de quién la sostiene, los ciudadanos. Y así, ahora, bajo la crisis de los medios impresos, una nueva definición del periodismo se alza ante nuestras pantallas, si bien es a través de 140 caracteres o  a través de destacados blogs que configuran hoy en día la seña del nuevo periodista. Es por eso que la profesión debe evolucionar casi un paso más que la tecnología, un paso que cada vez se vuelve más de gigante y más inalcanzable. Pero esto sólo parece afectarle a los grandes medios. Esos medios impresos que hasta entonces monopolizaban la información en España, están viendo su influencia mermar a favor de otras alternativas. Así se está consolidando el periodismo emprendedor como alternativa a esa idea convencional. Pero no se trata de vencer o dejarse vencer por la nueva tendencia, si no evolucionar con ella. Ante esta nueva manera de entender el periodismo y la comunicación, la figura del periodista se ve también modificada y, a veces en un grado más extremo, distorsionada. Esta oleada de informaciones simultaneas, actualizaciones constantes y comentarios inmediatos no siempre cumple con los planteamientos periodísticos adecuados, ni pasa por filtros rigurosos, como los que –se supone- imponen los medios de comunicación. Así, el buen periodista llega a confundirse con el aficionado y la verdad con el rumor. Es por eso por lo que el periodismo debe fortalecer su imagen a través de las ventajas que le ofrece esta nueva visión.  Así nos lo aclara Luis Miguel Artabe, periodista, profesor y psicólogo de masas. Con más de 45.000 seguidores en Twitter y bloggero, Artabe reflexiona sobre el nuevo concepto del periodismo, sin perder de vista su larga trayectoria, desde Antena 3, Diario 16 hasta la actualidad, siendo profesor de Historia y Lenguaje del Cine en la Universidad de Cantabria y profesor de español en Bruselas, donde reside actualmente. Desde allí nos comenta su experiencia personal:

¿Qué es el periodismo hoy en día para ti? ¿Qué cambios podrías señalarme en tu trayectoria laboral en cuanto al periodismo?       

Empecé en esto como todo el mundo escribiendo en mi habitación, inventándome la Constitución, contando películas. Más tarde, estudié en la Universidad Pontifica de Salamanca e hice prácticas en diferentes medios. Estuve, por ejemplo, en Antena 3 o en Diario16.
Sin embargo, tras algunas experiencias laborales, me di cuenta de que necesitaba más espacio que el que la información pura y dura podía ofrecerme. Soy una persona a la que le gusta dar su opinión de manera literaria y no sentirse encorsetado.
Más tarde, me encaminé hacia la Comunicación de Empresa y las relaciones de las corporaciones con los medios. Esta es la rama de nuestra profesión en la que tengo más experiencia laboral y hasta un Máster.
En la actualidad, combino colaboraciones para diferentes empresas con mi actividad en mi página de Facebook, en mi Twitter y en mi blog. En los tres casos tengo la gran suerte de ser completamente libre para opinar y para contar la actualidad de la manera que quiero.
                                                                    
¿Qué opinas del periodismo emprendedor? ¿Podrías citarme algún ejemplo que esté en tu día a día que merezca esta etiqueta -la de periodismo emprendedor-?

Se necesita mucha constancia pero es algo tangible. Te puedo contar la experiencia de Vía 52. Conozco a algunos de sus miembros y me parece un proyecto genial hecho con la rabia y el mimo de los que quieren darle un beso en la frente a la profesión y no violarla a la mínima. Vía 52 es una publicación online realizada por profesionales del periodismo y de la fotografía que se financia, principalmente, a través de “Crowdfunding”. Es la gente la que les apoya y permite que ellos realicen su profesión.

Periodista, profesor y psicólogo de masas. Así te describes en Twitter. ¿Cuál es tu aportación en cada uno de los aspectos?

Todas mis facetas tienen algo en común: mi desbordante imaginación, mi educación interdisciplinar y mi capacidad de análisis. Tengo una desbordante y loca imaginación que me permite enfocar de manera muy diferente lo que para casi todos se cuenta de la misma forma. Además, he intentado en mi vida tener una formación interdisciplinar lo que me permite abordar los diferentes temas sabiendo el ritmo de lectura que quiero tengan mis lectores, qué fotos son las mejores para acompañar mis informaciones y, si me lo permites, hasta la música que me gustaría que escuchen después de leerme.

Seguimos con Twitter. Todo el mundo está cómodo en esta comunidad. Es para muchos la herramienta del periodismo definitiva y el futuro de la profesión, ¿lo es también para ti? ¿Por qué?

No creo que sea una herramienta definitiva en cuanto al contenido se refiere. 140 caracteres son muy pocos para analizar o para contar cosas. Sin embargo, si queremos dar publicidad a lo que escribimos, colgar enlaces de nuestros vídeos, abrir la puerta de nuestro blog… uff… entonces sí que es la herramienta perfecta.
Cuando escribes tienes que tener la intención de llegar a la gente, ¿sabes? No escribes para otros periodistas ni para los políticos ni para los expertos en física cuántica (dependiendo de la publicación, claro). Cuando escribes, sobretodo en la red, lo haces para la gente y llegar a mucha gente es importante. Para eso Twitter es, sencillamente, genial.

Luis Miguel Artabe
Con 45.544 followers, podemos hablar ya de influencia en la red ¿Hasta qué punto esto es importante para un periodista y comunicador de masas? 

Antes era muy importante trabajar para un medio u otro. Por ti solo no eras nadie. No podías llegar a nadie. Afortunadamente, el mundo está cambiando. No sé cuál va a ser la importancia que van a tener los medios de comunicación, pero de lo que sí estoy seguro es que seguirá habiendo periodistas. Y estos periodistas deberán crearse su público; deberán mimarlo y deberán rodearse de gente dispuesta a escucharles, a valorarles.

Puede que esta pregunta te parezca un tópico, pero el verdadero periodista, ¿nace o se hace?

Indiscutiblemente, se nace. Y esto no quiere decir que nazcas ya con un bolígrafo, una libreta y un tarro de vaselina en la mano, no. Pero sí que debes de tener la necesidad de contar historias y de trasmitir lo que sucede a tu alrededor. Debes odiar y amar la no existencia de horarios, que tu trabajo es un servicio público igual de importante que el de un médico o el de un abogado, que te van a presionar tus jefes, tus conocidos, tus desconocidos, tu abuela… y que, sin aprender a amar eso… todo eso… ya puedes ser el hijo de tal o ser muy guapo… sin eso nunca te sentirás a gusto con lo que haces.

Esto me lleva a una duda que como estudiante, tengo que preguntar a un experto: Periodismo 2.0 ó ciudadano, ¿es un estigma para la profesión? ¿Es un agravante de la crisis que vive el  periodismo? O, por el contrario, ¿es un factor al que debemos sacar partido, ya que es el presente y el futuro? 

Los periodistas nos adaptamos o morimos y… esto es lo que hay. ¡Y cada vez más! Tenemos que aprender a surfear tsunamis o, por lo menos, a morir intentándolo.
Tenemos que hacer ver la importancia de nuestra labor, de nuestra forma de hacer las cosas, de la importancia de nuestra titulación. Claro, que para eso es imprescindible un periodismo serio, bien pagado e independiente; que sea capaz de representar todas las ideas ante la sociedad y que intente ser mínimamente objetivo, o por lo menos veraz. Para que la sociedad pueda ser realmente democrática nos necesita, necesita nuestra profesionalidad y eso, amiga mía, eso es difícil que lo consiga un ciudadano de la calle. Si no somos capaces de reivindicar nuestro espacio, no existiremos.

Y ya, para aclararme, ¿es positivo o negativo para el futuro de los estudiantes de Periodismo? Hablando más llanamente, ¿nos quitará el trabajo y la credibilidad? 

Bueno, es difícil que os quiten el trabajo a la nueva hornada de periodistas. No hay.

Eso suena muy alentador. Es cierto, no hay trabajo. Es prácticamente imposible que yo acabe trabajando en El País, ¿existe otra salida? ¿Podemos aprovechar la red para afianzar nuestra independencia y marca como periodistas? ¿Cómo podemos hacernos notar?

La gran ventaja de Internet es que no necesitas intermediario. Si lo que ofreces es bueno y te sabes mover un poco más pronto o más tarde tendrás gente que lo lea. Y de ahí a que te entre publicidad o te contrate algún medio hay un paso.
Hay gente que se asocia para sacar adelante pequeños proyectos y gente que lo intenta individualmente. Ahora mismo todo periodista o estudiante de periodismo debería tener un blog. Debería contar sus pequeñas o grandes historias. Y lo debería hacer en total libertad. Es la teoría, claro.
Menéame, Twitter, Facebook, Linkedin… existen muchas posibilidades de dar a conocer tus opiniones, tu visión de la realidad, tus pequeñas historias. Sólo hay que explorarlas, ponerle ilusión y disfrutar con lo que haces. Lo demás llegará por si solo… o no. Pero al menos lo habrás intentado y no estarás tumbado en el sofá compadeciéndote y diciendo qué mal va todo y qué mala suerte tengo.

Cambiando de tema, quiero preguntarte acerca del periodismo en España. Seguimos un modelo polarizado y con líneas editoriales claramente marcadas, al menos en los medios de prestigio. ¿Es bueno para la credibilidad del periodismo español con respecto a la sociedad? Se trata de una pregunta general, pero a grandes rasgos, me gustaría saber si es bueno eso de que el lector o espectador sepa exactamente qué medio va a consumir sólo con saber la marca del producto.

Claro que no. Es un horror. Pero no somos libres. No es una cuestión de periodistas. Es una cuestión de empresarios. Ellos quieren que los políticos de turno las favorezcan en otras empresas y utilizan los medios como método de presión, recaudación, recordatorio o lo que sea.

Los periodistas necesitan libertad y, ahora mismo (y desde siempre), en los medios tradicionales no existe. Has de seguir la línea editorial de tu empresa hasta la muerte. El público demanda o una cosa o la otra y no quiere la verdad. Sólo quiere que le refuercen sus ideas. La gente no quiere estar equivocada. Es todo muy lamentable.

Si piensas que este modelo es negativo para el periodismo español, ¿crees que existen alternativas? ¿Se están viendo cambios?

No. No las hay. Siento ser tan negativo, pero es lo que pienso. Necesitamos unos cambios tan grandes en este país en la educación, en la administración, en la legislación y en la responsabilidad social que no se pueden producir realmente en generaciones.
Las alternativas factibles pasan por un despertar de la sociedad y por un empleo pausado de la paciencia. Y los que nos  gobiernan, unos y otros, en fin…

Y para finalizar, me gustaría saber un poco de tu experiencia personal. Vives y trabajas en Bruselas, ¿cómo es tu vida laboral allí? ¿Hay mejores expectativas de futuro para los jóvenes periodistas? ¿Notas alguna diferencia con el modo de vivir la profesión en Bélgica con la de España?

Yo vengo de una ciudad pequeña como es Santander. Digamos que allí hay doble crisis: la normal y la de siempre. Por lo que cualquier parte del extranjero está laboralmente mejor que mi ciudad. En Bruselas, aunque no te lo creas, hay algo que había en el siglo pasado, algo que un primo de un hermano de un vecino me comentó una vez que le había pasado a su abuelo. En Bruselas hay entrevistas de trabajo.






@RaquelMJuan


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