miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Personas o Robots?


Las nuevas tecnologías han cambiado por completo las costumbres, modos de vida y visiones del mundo de la sociedad. Antes, acceder a la información era un privilegio, tanto como ser portador y difusor de ella. Sin embargo ahora cualquiera tiene la posibilidad tanto de acceder a la información como de publicarla, y esto ha puesto en declive a la figura del periodista. Si desde el año 2000, en el que Internet comenzó a llegar a todos los hogares, la difusión de la información ha evolucionado tan notablemente, ¿qué pasará dentro de otros trece años?


Las nuevas tecnologías han traído consigo tanto ventajas como inconvenientes. Como bien dice Lorenzo Silva en el fragmento, por un lado es más fácil compartir con el mundo todas las inquietudes o datos que consideremos pertinentes, pero por otro lado esta facilidad conlleva a que todo el mundo sea capaz de hacerlo, por lo que hay un gran colapso de datos en la red y menos posibilidad tendremos de ser leídos o reconocidos.



Fuente: "Charla de borrachos"

La aparición de soportes en los que podemos escribir cualquier tipo de información y ser vista por cualquier internauta ha sido el comienzo del periodismo ciudadano. Este tipo de periodismo ha propiciado la pérdida del sentido y de la credibilidad de la propia profesión periodística. ¿Por qué comprar un periódico, si a través de internet podemos acceder a toda la información que queramos? ¿Qué función tiene un periodista, si ahora cualquiera puede informar de lo que quiera con total inmediatez a través de la red? El caso es que ahora el ser periodista o publicar en la red ya no está tan valorado como lo estaba antes. La gente quiere compartir sus experiencias, darse a conocer, destacar, mientras que en realidad hay millones de personas con los mismos objetivos.



Estamos siendo víctimas de nuestras propias ambiciones, y es que los avances de la ciencia y de la tecnología pueden cambiar nuestra vida, pero ese cambio puede ser a peor. Hemos querido tenerlo todo, inventar lo impensable, y resulta que todos estos inventos han acabado por sustituir a la inteligencia humana. Las personas cada vez pasan más desapercibidas y solo triunfa lo material, por no hablar del valor de las personas en función de lo que poseen: tanto tienes, tanto vales. Nos hemos convertido en clones que vivimos con total dependencia de todo lo que hemos inventado. Las relaciones personales han sido sustituidas por las relaciones cibernéticas, y  los puestos de trabajo por máquinas. Una vida muy cómoda que nos está dejando a la sombra y no nos deja valorar lo que realmente es importante en la vida. Y el problema es que nunca podremos volver atrás, ni vivir una involución, sino que cada vez la vida será más mecanizada y no creo que pudiéramos tan siquiera hacernos una idea de cómo serán las cosas dentro de algunos años.



Cada día que pasa somos más dependientes de las máquinas, y acabaremos convirtiéndonos en robots, si es que no lo somos ya.


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