lunes, 16 de abril de 2012

¿Qué será lo próximo?

La Familia Real no gana para disgustos. Primero fue Urdangarín, el yerno perfecto del Rey quien se enriqueció mediante una organización sin aparente ánimo de lucro. Después, le tocó el turno a Froilán, el nieto de trece años que se disparó accidentalmente en el pie. Y ahora es el Rey quien ha vuelto a dejar en evidencia a la Monarquía, a costa de su cadera y de su fémur. Todo ocurrió este sábado en Botswana. Al parecer, Juan Carlos I estaba en un safari cazando elefantes cuando ocurrió el fatal accidente. Los médicos afirmaron que se trataba de un "tropezón casual en un escalón".



Y ahora yo me pregunto: ¿Qué hubiera pasado si el Rey no se llega a caer? ¿Nos habríamos enterado de que en su tiempo libre se dedica a cazar elefantes y lo que no son elefantes? Desde la Casa Real, se ha dicho que todo fue fruto de una invitación a su Majestad. Al margen de las dudas que pueda suscitar la financiación del viajecito, media España se pregunta: ¿Es ético que el Jefe del Estado se divierta de esta manera con la que está cayendo? ¿No se supone que su misión es representar a nuestro país y velar por su imagen? ¿Dónde queda su prestigio? Llegados a este punto, solo puedo alegrarme de esta metedura de pata real, tan oportuna para reflexionar sobre el papel y la utilidad de la Monarquía.




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Pilar Piqueras Corchano (@karusa26)

2 comentarios:

  1. ¿Cómo lo han dicho hoy? Preguntas muy bien seleccionadas, equilibrio entre información y opinión. Sencillamente perfecto, creo yo :)

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  2. Se supone que los comentarios son para opinar sobre el tema, no para pelotearnos entre nosotras jajajaja. Pero gracias, Raquel. El tuyo me encanta también, muy tú ;P
    Pilar.

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