sábado, 18 de febrero de 2012

¿Qué precio tiene la imagen pública?


Todo comienza con una llamada de teléfono  nocturna al Primer Ministro inglés Michael Callow. Por la gravedad del asunto se levanta, pero no entiende nada. Él y su equipo ven un video en el cual le exigen que en todas las emisoras terrestres y por satélite, mantenga sexo real con un cerdo. Para ello lo chantajean con el secuestro de la princesa Susannah, Duquesa de Beaumont.

El problema con el que se encuentran ante las características del chantaje es la expansión por internet: la información no se puede ya controlar. Los medios de comunicación de todo el mundo ya están al tanto de la situación e intentan controlarla, tratando de despistar a la opinión pública quitándole fuerza a la noticia. Los medios de comunicación no comentan nada sobre esta información, lo retrasan todo lo posible. Todo el equipo se vuelca en la imagen que ha dado el Primer Ministro ante los medios ¿qué es lo que la gente opinará a partir de ahora sobre él?

Por eso mismo, por la imagen, la idea del primer Ministro es no hacerlo. Las exigencias en la forma y manera, están perfectamente especificadas por los extorsionadores: las luces, el vestuario, la hora etc. Todo tiene una  especial importancia para que no puedan doblarlo, todo está controlado para que no exista la posibilidad de fraude. El primer Ministro deberá tomar una difícil decisión. Todo el mundo piensa que no será capaz de hacerlo y por tanto la princesa morirá. Más tarde a pocas horas del límite para llevar a cabo la prueba, aparecen nuevas imágenes en las que a la princesa le cortan un dedo. Toda la sociedad comienza a opinar sobre lo que debería hacer el primer Ministro Callow. Durante la investigación a través de las redes sociales creen haber dado con la ubicación del chantajista, pero tan sólo es una pista falsa para mofarse de la situación. Comienza en este momento la presión. Sus asesores más próximos, consejeros, etc., se encuentran presionados por la opinión pública y a su vez presionan a Mickel en su decisión.

Las conclusiones que se pueden sacar de este capítulo son varias. La primera es el poder de manipulación que tienen las imágenes, en este caso cuando le cortan el dedo a la princesa. Cambia por completo la respuesta de la opinión pública, que comienza a ver necesario que el primer Ministro haga lo que se le pide. Incluso observamos que sobrecoge a todos los protagonistas, se sensibilizan ante las imágenes. El segundo punto a resaltar es la primera solución que piensa el Primer Ministro y su equipo: que lo doblen. No quiere hacerlo bajo ningún concepto y es muy rotundo en su decisión; sin embargo después de las imágenes del dedo comienza a tener dudas. Como tercera conclusión la influencia de que la secuestrada sea de la realeza, ¿qué pasaría si fuese una persona sin ningún tipo de cargo público? En gran medida la decisión depende de la condición de princesa. Un ejemplo es la llamada de la reina para hablar con el primer Ministro e influir en la situación. ¿Qué precio tiene la vida de una persona? Se podría concluir con la existencia de profesionales que por su trabajo se juegan la vida todos los días por salvar otras, por ejemplo: policías, bomberos… La exigencia de esta petición tenía la base de jugar con la imagen de una persona pública, pero su vida no estuvo en juego, tan sólo su estatus. Por consiguiente este capítulo refleja lo importante que es la imagen ante la opinión pública y lo que se puede llegar hacer presionado ante una situación extrema. Invita a la reflexión.

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Alba Martínez Quintero (@Albabarambio)

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