domingo, 19 de febrero de 2012

Ventajas e inconvenientes de la nueva era periodística.

El artículo Adiós a la era de los periódicos (se inicia una nueva era de corrupción) de Paul Starr refleja, como su propio nombre indica, la manera en la que estamos llegando al fin de la prensa escrita y las consecuencias que esto supone. Aunque habla de la situación en Estados Unidos, no es una realidad muy lejana a la que atraviesa el resto del mundo.

Es innegable que vivimos en una etapa en la que las tecnologías cada vez están más inmersas en nuestras vidas. La prensa escrita que ha sido protagonista durante tantas décadas como fuente principal de información, está quedando a la sombra de los nuevos medios.

Desde la aparición de Internet, los periódicos están sufriendo una intensa recesión que incluye la caída de circulación e ingresos por publicidad, o la pérdida de la costumbre de comprar el periódico diariamente. La crisis no hace otra cosa más que intensificar esta recesión. Internet ofrece grandes ventajas a la hora de encontrar información, ya que podemos leer periódicos digitales de forma gratuita. Pero no todo son ventajas: cualquiera puede publicar informaciones, a través de blogs u otras plataformas, y puede que en determinados momentos no sepamos diferenciar lo que es información oficial de lo que es mera opinión.

Por otro lado, la televisión y la radio son otra fuente de información de fácil y económico acceso, además de ser medios más atractivos, pero se muestran en desventaja con la prensa: mientras que los periódicos pueden ofrecer gran número de noticias, la televisión y la radio solo disponen de tiempo para profundizar en una selección de estas, y siempre las más atractivas, ya que además de noticiarios también hay otros espacios (como el entretenimiento).

Con la llegada de todos estos avances los pequeños diarios se están viendo obligados a buscar estrategias para sobrevivir, como disminuir el número de publicaciones o los días de reparto, pero en muchas ocasiones el único remedio a esta solución es el cierre de sus empresas. Esto provoca que la información se concentre en manos de unos pocos y sea más fácil que la información sea manipulada en función de la línea ideológica de cada editorial. Este artículo muestra muchos ejemplos interesantes en el extranjero, pero la realidad es que esto pasa tanto allí como aquí. Los primeros diarios que sufren estas consecuencias son los locales o regionales, es decir, los pequeños periódicos que dependen de los ingresos de publicidad y las ventas, y se están viendo en una situación grave para subsistir. Esta situación desencadena en un aumento de la corrupción ya que son unos pocos los que mueven los hilos de la información. Cuanta mayor financiación tiene la prensa, menos necesidad tiene de destapar escándalos, pero si tiene una fuerte dependencia de inversores. Es entonces cuando comienzan los problemas éticos por si la publicación de una determinada información puede perjudicar a alguno de sus inversores y la decisión de publicarla o no. Es por ello que cuanta más dependencia tiene un diario de sus inversores, más se ve involucrado en este tipo de problemas.

Pero no solo estamos hablando de corrupción en el sentido del negocio, también debemos analizar la “corrupción del periodismo en sí” como bien dice Starr. Es difícil diferenciar en Internet lo que es un portal de noticias de lo que es un blog. Hoy día cualquiera puede escribir, por lo que la profesión de periodista puede verse vulnerada.
También podemos observar que la televisión ha hecho, como ya hemos visto anteriormente, que aparezcan nuevos temas de entretenimiento, por lo que los espectadores pueden elegir si ven noticias u otros canales con otro tipo de información. En Internet el público se encuentra más fraccionado y puede centrarse únicamente en un conjunto de informaciones, dejando que  el resto pase desapercibido. En cambio el público de la prensa es más amplio. Aunque hayas comprado el periódico por un tema en concreto, puedes ojear por encima el resto de noticias e interesarte inconscientemente. Según el artículo de Starr, los consumidores de noticias están más afiliados a partidos políticos y más puestos en la actualidad que los que han cambiado las noticias por el entretenimiento. Además de disminuir el número de compradores de periódicos, con estos nuevos medios emergentes también ha disminuido el número de seguidores de noticias. Ahora se prefieren las noticias masticadas de la televisión, esa pequeña selección en ocasiones “sensacionalista”, y se olvidan el resto de noticias que quedan fijas en los periódicos.

Pero volviendo al tema del detrimento de la prensa escrita, también cabe decir que los periódicos han marcado sus propias estrategias para que sobreviva el más fuerte. Los diarios que conseguían eliminar la competencia, subían posteriormente sus precios. Los anunciantes, por su lado, comienzan a interesarse por Internet antes que por los periódicos ya que no les supone ningún costo. Además Internet le da un gran beneficio a los periódicos, y es que éstos pueden extenderse y darse a conocer a nivel mundial. 
                                                                                                    
Todas estas innovaciones en el periodismo afectan, además de al público, a los propios profesionales, ya que con la simplificación del trabajo se produce un descenso de plantilla y trabajadores.

En definitiva, antes leer el periódico era un acto “sagrado” por decirlo de alguna manera, ya que era la mayor fuente de información, pero con la aparición de las tecnologías esa concepción se está perdiendo. Como solución, algunos periódicos se han apoyado en organizaciones sin ánimo de lucro, pero tampoco parece ser el fin del problema. Los lectores cada vez están más concentrados en la prensa nacional, y el cierre de los diarios regionales o la disminución de sus publicaciones no hace otra cosa que propiciar esta concentración. Con esto se está disparando un monopolio de información, además de los medios con declive ideológico. Aunque hoy en día podamos encontrar cualquier información en la red, la prensa oficial no debe desaparecer, porque siempre será la más fiable.


Otros Principios
Cristina Barba Martínez (@Criskat9)

No hay comentarios:

Publicar un comentario